miércoles, 25 de diciembre de 2013

Hipódromo de la Zarzuela

El Hipódromo de la Zarzuela está situado en Madrid. Se encuentra enclavado en el monte del mismo nombre, en las inmediaciones de El Pardo. Fue diseñado por los arquitectos Carlos Arniches y Martín Domínguez, con la colaboración del ingeniero Eduardo Torroja. Sus tribunas fueron catalogadas como Monumento Histórico Artístico en el año 1980.


En el verano de 1934 se autoriza la construcción del Hipódromo de la Zarzuela.Las obras comenzaron en 1935 pero quedaron paralizadas en julio de 1936 a consecuencia de la Guerra Civil española, tras la cual las instalaciones que se habían levantado quedaron destruidas. En 1940 se comienza la reconstrucción que finaliza en 1941. En 1980 fue declarado Monumento Histórico Artístico.
En 1997 la empresa que gestiona el recinto declara suspensión de pagos y el Hipódromo de la Zarzuela cierra sus puertas. Después de numerosos inconvenientes el Hipódromo vuelve a abrir sus puertas en 2005 para comenzar una rehabilitación que comprende nuevas pistas de competición y entrenamiento y mejora de las infraestructuras básicas. También se ha creado una escuela para formar a los futuros jockeys, herradores, mozos y demás personal.


Con la cubierta diseñada para las gradas del hipódromo, Torroja juega con el ritmo. Lo consigue cambiando el primer diseño que proponía una cubierta plana y sustituyéndola con láminas cilíndricas que ya de por si sugieren ritmo. Ante esta idea la forma de hiperboloide hiperbólico de eje horizontal surgió como la solución arquitectónica y estética más adecuada. 




Se realizó un prototipo a escala real para comprobar el comportamiento estructural, cuyos cálculos eran     complicados, pero también para comprobar cómo definir la forma, ésta última fue motivo de discusión entre los arquitectos y el ingeniero. Con el prototipo a escala real se pudo ensayar también el sistema de montaje del encofrado.





A partir de esta forma los arquitectos jugaron y combinaron formas, inclinación de ejes, rompieron simetrías... El resultado no es un hiperboloide, pero estructuralmente es similar. Realizada con láminas de hormigón armado su espesor va de los 65 cm en la zona de los pilares a los 5cm en los extremos de los voladizos, soportando todos los esfuerzos sin nervios ni refuerzos, simplemente con un anclaje posterior de tirantes. La cubierta vuela casi 13 metros.




La simplicidad formal es la base del ritmo, sin necesidad de mayor complejidad estructural.
“La construcción, la arquitectura, no pueden prescindir de la realidad del fenómenos físico, esto es, de las leyes de la estática. Su belleza se funda esencialmente sobre la verdad, sobre la racionalidad de la estructura; debe por tanto, poderse lograr sin adiciones ni ornamentaciones externas. La obra mejor es la que se sostiene por su forma”….(E.Torroja)
El área para los espectadores lo forman tres construcciones independientes alineadas. La grada de los socios, tribuna central, con 30 metros de longitud se ubica entre las destinadas al resto de espectadores, las tribunas norte y sur, con 60 metros cada una. Estos tres bloques se unen por una galería continua a nivel de pista con la que se conectan a través de arcadas abiertas.



Este recinto vuelve a ser punto de referencia, tanto en el plano de la competición, como en el de la cría de caballos. Su puesta en marcha garantiza la continuidad de las carreras de caballos en España

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